dictador
El Hippie
Y es que el cabro tenía como una especie de magia. Tenía una volada media mística, pero también era la energía que transmitía. Parecía tener la capacidad de tranquilizarnos a todos y darnos esperanzas incluso cuando estábamos todos demostrando nuestra rabia. Él también tenía rabia contra lo que ocurría en el país, y especialmente contra el presidente, pero nunca se le borraba la sonrisa.