Me rodean. Me atacan… o me protegen… Rasguñan, muerden, saltan, ronronean mientras rozan sus cuerpos con el mío. Rasguñan. Rasguñan. Hasta que mi ropa está deshecha en el suelo, y con mi cuerpo indefenso siguen festinando, intentando deshacerlo… que ya no exista en este lugar que no me merece.