La reseña atrasada: We need to Talk About Kevin (Tenemos que Hablar de Kevin)

Usualmente no comienzo reseñas dando advertencias. Personalmente, creo que si alguien lee una reseña en una página dedicada al terror, tendrá criterio suficiente como para decidir qué quiere ver y qué no. Sin embargo, esta película merece una: si estás planeando tener hijos, tienes niños pequeños o estás embarazada, no veas esta película. 

Y es que los temas que toca We Need to Talk about Kevin son principalmente la maternidad no deseada y solitaria con un hijo difícil y la culpa de tener un hijo psicópata. Dirigido por Lynne Ramsay y protagonizado por Tilda Swinton y Ezra Miller, este film funciona como un anticonceptivo excelente y como horrorizador de padres que observarán el comportamiento de sus hijos por semanas después de verlo.

Plot

We Need to Talk about Kevin comienza cerca del final de la historia. Eva (Tilda Swinton) es una mujer que vive sola e intenta, con dificultad, tener una vida estable. Ella recibe el desprecio de la mayoría de sus vecinos y su casa es objeto de vandalismo. Todo esto ocurre porque, en algún momento su hijo Kevin (Ezra Miller) hizo algo, no sabemos qué, y culpan a Eva de esto. Acto seguido vamos al pasado a ver la vida de Eva antes de convertirse en madre. Ella es una profesional con una carrera por delante y está muy enamorada de su pareja, Franklin (John C. Reilly). La continuidad de sus planes a futuro cambia cuando queda embarazada. Ella duda sobre si tenerlo o no, pero finalmente el entusiasmo de Franklin la convence de continuar el embarazo. Luego de nueve meses nace Kevin, un niño que desde el comienzo es una carga demasiado pesada para Eva.

La película constantemente cambia de temporalidad entre las distintas etapas del desarrollo de Kevin y el periodo posterior al acto de violencia que él comete. Mientras vemos el crecimiento de Kevin podemos ver cómo, casi siempre voluntariamente, él hace la vida de Eva miserable. Destacan escenas como cuando el bebé llora descontroladamente y Eva no sabe cómo calmarlo, el niño destruye una habitación llena de recuerdos de Eva o Kevin cagándose en los pantalones a una edad avanzada para provocar a su madre. Todo esto Eva intenta conversarlo con su esposo, pero este, algo ausente, no parece comprender la magnitud del asunto, especialmente porque Kevin actúa ejemplarmente cuando su padre está con ellos. Esto crea una imagen completamente distinta para cada uno de sus padres, además de exasperar aún más a Eva. 

Eventualmente, la vida de Eva se vuelve más soportable, cuando tiene una segunda hija que es mucho más llevadera que Kevin, y él en su adolescencia parece volverse menos molesto (aunque aún inquietantemente calculador en las acciones que lleva a cabo para provocar a su madre y molestar a su hermana). La estabilidad no dura mucho, ya que pronto ocurrirá algo que cambiará la vida de la familia por completo. No lo diré para evitar spoilers.

Psicópata o sociópata

Hasta ahora me he referido a Kevin como un psicópata que lentamente va desarrollando sus obsesiones destructivas, y así es como la mayoría lo describe. Sin embargo, creo que la película es suficientemente ambigua respecto de si el trastorno de Kevin es algo de nacimiento (psicópata), o es más bien resultado de su entorno (sociópata). Claramente hay más diferencias entre psicópata y sociópata, pero a mi entender esto es lo principal. 

La principal motivación de Kevin para hacer daño es llamar la atención de su madre. La pregunta sería si es que esta fijación es simplemente algo innato o hay algo que ocurre en su desarrollo temprano que le hace tener esta fijación. Hay algunas escenas que nos dan pistas al respecto. Eva le habla a su hijo con desprecio, enrostrándole que no puede viajar como ella lo tenía planeado, es distante con el bebé cuando es bebé y cuando Kevin es adolescente, intentan tener tiempo de calidad juntos, de lo cual él se burla como un intento falso de su madre por parecer normales y felices.    

Afortunadamente, la película es suficientemente ambigua en este sentido, dejando la pregunta abierta sobre si Kevin es así de nacimiento o hay algo también en la manera en que Eva y Franklin (tan ciego para ver los signos de que hay algo raro con su hijo) lo crían que termina por crear una personalidad destructiva.

Opinión técnica

Técnicamente la película es excelente. Si bien la fotografía funciona perfectamente, no hay una exploración ni utilización de la iluminación, composición u óptica de manera evidentemente expresiva o que intente romper paradigmas. Otra cosa ocurre con la dirección, la actuación y el montaje. En estos departamentos, se puede ver que la dedicación a los detalles y la planificación desde el inicio son esenciales. La yuxtaposición de flashbacks con escenas del presente son esenciales para ir desenvolviendo la trama y las emociones de Eva, a la vez que la transición entre espacios temporales es perfecta. Los diálogos son naturales y no optan por la sobreexposición,. Por el contrario, el lenguaje no verbal y las ambigüedades mostradas por las excelentes actuaciones nos dan información necesaria para entender lo que ocurre. Al mismo tiempo, la cámara no siempre muestra todo y hay espacios que debemos llenar con nuestra imaginación. Esto último es lo que la vuelve sumamente inquietante. Hay muchos momentos en que no se recurre a lo explícito, de hecho la película no es para nada gráfica y es muy escasa en sangre, pero lo que sugiere y la ansiedad de saber qué va a ocurrir (o qué ocurrió) la vuelven sumamente escalofriante. 

Veredicto

Esta no es una película de horror per se, pero como otras que están en esta página, se ganó su lugar porque provoca inquietud y revuelve el estómago sin pertenecer al género. Es una exploración de temas incómodos que pueden revelar aspectos muy oscuros del espíritu humano. Es una joya cinematográfica que vale la pena ver. Si buscan algo de suspenso y drama más realista y que de para conversaciones largas, no pueden dejar de verla.

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